viernes, 26 de febrero de 2016

Adventistas del Septimo Dia



Iglesia cristiana que comenzó a formarse en 1844 y se organizo oficialmente en 1863. Su nombre responde a dos de sus doctrinas básicas: cree en la proximidad de la segunda venida de Cristo y observa el séptimo día de la semana (sábado) como día de descanso religioso.



HISTORIA Y ORIGEN


En la primera parte del siglo XIX se produjo en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, un gran despertar religioso centrado en la segunda venida de Cristo, el cual culminó en el movimiento encabezado por Guillermo Miller. Este predijo la venida del Señor para el año 1844. Cuando la fecha paso con su chasco consiguiente, un sector de los creyentes que había tenido esa esperanza descubrieron que la fecha que habían calculado a base de Daniel 8:14 era correcta, pero que la "purificación del santuario" no se refiere al fin del mundo y la venida de Cristo sino a una obra de juicio investigador que se iniciaría ese año en el cielo. Ese grupo de cristianos, procedentes de varias denominaciones evangélicas, es el que dio comienzo a la iglesia adventistas y continuo investigando con mucho fervor la Biblia. Como resultado de ello, descubrió una serie de otras enseñanzas (entre las cuales figura la observancia del séptimo día), las cuales llegaron a constituir sus artículos de fe.



ARTÍCULOS DE FE

1. Inspiración divina de la Biblia, aceptada como única y suficiente norma de doctrina y practica.

2. Trinidad: el Padre como creador, el Hijo como redentor y el Espíritu Santo como poder regenerador.

3. Divinidad de Jesucristo, el Hijo de Dios, Salvador del pecado.

4. Necesidad del nuevo nacimiento.

5. Bautismo por inmersión administrado a personas de edad suficiente.

6. Los Diez Mandamientos como expresión de la voluntad de Dios, reflejo de su carácter y norma eterna e inalterable.

7. El Sábado como único día de reposo reconocido por la Biblia, monumento conmemorativo de la creación y señal de santificación, a la vez que símbolo de descanso del pecador de sus propias obras de pecado y de su entrada en el descanso espiritual que Cristo le ofrece.

8. Justificación del pecador solo por gracia y por la fe en Cristo. Las buenas obras de una vida regenerada, no para obtener la salvación sino como demostración de la nueva relación con Dios y de su poder transformador.

9. Solo Dios es inmortal. El hombre es inherentemente mortal y pecaminoso, y la vida eterna es un don de Dios por medio de Cristo. La inmortalidad es otorgada a los justos en ocasión de la segunda venida de Cristo. La condición del hombre en la muerte es la total inconsciencia.

10. Destrucción definitiva de los impenitentes y de Satanás por el fuego del día final.

11. La purificación del santuario (Daniel 8:14) representa una obra del juicio investigador que empezó en 1844 y que se extenderá  hasta el fin del tiempo de gracia (apocalipsis 11:22).

12. El cuerpo como templo del Espíritu. De ahí la abstención de beber, fumar, usar drogas o ingerir cualquier cosa que contamine el cuerpo o perjudique la salud.

13. Los dones de Espíritu Santo: colocados por Dios en su iglesia. Los Adventistas del Séptimo Día reconocen que el don de profecía se manifestó en el ministerio y los escritos de Elena G. White.

14. La segunda venida de Cristo, a punto de producirse de forma literal y visible.

15. Un milenio que se extiende entre la primera resurrección y la segunda, ocasión que se producirá la destrucción de los injustos.

16. Restauración de todas las cosas.


FORMA DE GOBIERNO Y ORGANIZACIÓN

La iglesia local es una unidad básica. Ella elige sus propios ancianos, diáconos y demás dirigentes. El conjunto de iglesias locales de una determinada zona constituyen una asociación (conferencia), la cual es gobernada por una junta directiva. Varias asociaciones constituyen una unión. Un conjunto de uniones forman una división, y las divisiones son coordinadas por la Asociación General, responsable por la obra en todo el mundo.


CARACTERÍSTICAS ESPECIALES

Debido a que los Adventistas del Séptimo Día atribuyen mucha importancia a la salud y consideran que las leyes del sano vivir son tan importantes como las leyes morales, establecen sanatorios, hospitales y clínicas no solo como instituciones de curación sino también para la difusión de los principios de la vida sana. Ademas , en relación con esfuerzos de la evangelización publica dirigen programas de cinco días para dejar de fumar, para dejar de beber, para controlar el peso, etc. Creen ademas en la importancia de una educación cristiana que desarrollen en forma integral la mente, el cuerpo y el espíritu, y por tal razón tienen  su cargo un importante sistema de escuelas primarias, escuelas secundarias, colegios y universidades en todos los países.

viernes, 19 de febrero de 2016

JUAN VON STAUPITZ




Erudito catolicorromano y mentor de Martín Lutero. Nació en Motterwitz, Sajonia y estudio en Leipzig y en Colonia. Ingreso a la orden de los ermitaños de San Agustín y completo sus estudios en Tubinga. Fue prior en Munich y luego profesor de Biblia en la Universidad Wittenberg. Llego a ser vicario general de la congregación reformada de los ermitaños de San Agustin. Staupitz animo a Lutero a estudiar teología. Trato de modificar la posición de Lutero en los primeros años del movimiento luterano, pero fracaso. En 1521 recibió permiso para unirse a los benedictinos en Salzburgo. En su teología hablo de un pacto entre Dios y los hombres en que Dios expuso las condiciones, las lleno en Cristo y se las ofreció a los elegidos incondicionalmente. Subrayo que la doctrina de la elección divina era central para la soteriología. la gracia de la justificación hace a Dios agradable al hombre y hace énfasis en la venida de Cristo en la gracia.

LOS HERMANOS DE LA VIDA COMUN

Durante los siglos XIV y XV (14 y 15) en Alemania y en los Países Bajos surgió fuera de la iglesia oficial una ola creciente de piedad mística laica. Bajo dirección de Gerhard Groote (1340-1384) había llegado a divulgarse en los Países Bajos un interés por la vida interior al alma y por la necesidad de imitar la vida de Cristo en el sentido de amar al prójimo como a uno mismo. Cuando la iglesia ordeno a Groote que dejase de predicar, éste se retiró a Deventer, su pueblo natal, y reunió una comunidad en torno suyo. Fue este grupo el que, dirigido por Florencio Radewijns después de la muerte de Groote, fundo la fundación conocida como Hermanos de la Vida Común. El movimiento se extendió de una ciudad a otra a medida que fueron fundadas casas para hombres y también para mujeres a través de los Países Bajos y de Alemania. Tales establecimientos habían de continuar hasta la época de la Reforma. Los Hermanos de la Vida Común no constituían ordenes religiosas regulares sino que asumían votos informales. Tenían completo auto-sostenimiento, pero juntaban su dinero en un fondo común del cual cada uno extraía para sus gastos y el remanente se usaba para caridad. Groote había sugerido la copia de libros como método para ganarse la vida y también para hacer mas accesible los materiales de lectura. Este trabajo los llevo a fundar escuelas en muchas comunidades. De esta surgieron muchos dirigentes religiosos y humanistas influyentes tales como Nicolas de Cusa y Erasmo. Un alumno,Tomas de Kempis, escribió Imitación de Cristo, obra que facilita el entendimiento del espíritu y la enseñanza del movimiento

LAS NOVENTA Y CINCO TESIS



     La opinión generalmente aceptada de que este episodio marca la primera declaración publica de los principios de la reforma, requiere alguna modificación. El 31 de octubre (o 1 de noviembre) de 1517, Martín Lutero, indignado por las supercherías  de que Tetzel hacia victima al pueblo común mediante la venta de indulgencias en juterborg y Aerbst cerca de Wittenberg y agitado por la crisis espiritual por la que entonces pasaba, clavo en la puerta de la Iglesia del Castillo Noventa y Cinco Tesis acerca de las indulgencias, como preliminar a una disputa que en realidad nunca se efectuó. Las tesis , pesadamente teológicas, impregnadas de estallidos de angustia y de ira, son en realidad de carácter bastante conservador. No mencionan la justificación por la fe ni se proponían un rompimiento con el papado, sino simplemente llaman la atención del papa hacia determinado escándalo, esperando confiadamente en que seria suprimido.

     En breve, las tesis afirman que la penitencia supone arrepentimiento y no la confesión sacerdotal; la mortificación de la carne física es una practica inútil si no la acompaña el arrepentimiento interno; únicamente los méritos de Cristo sirven para el perdón de los pecados y la penitencia y las obras prescritas por la iglesia tienen validez solo en cuanto proclamen y confirmen este perdón divino; el verdadero "tesoro de la iglesia" es el evangelio de la gracia de Dios en Jesucristo. Aunque Lutero había fortalecido así la autoridad de la iglesia al colocarla sobre una base adecuada, las autoridades papales no estaban en disposición de distinguir entre ataques a los abusos eclesiásticos y ataques a la propia iglesia, y lo hecho por Lutero llevo directamente a que la Curia procediera contra él en junio de 1518 con base de sospecha de herejía.


Las 95 Tesis son las siguientes:

1 Cuando el Señor Jesucristo dijo "Arrepiéntanse" (Mateo 4:17), quería que la vida entera de los creyentes fuera de arrepentimiento.

2 Esta palabra no puede ser comprendida como el sacramento de la penitencia, o sea confesión y satisfacción, tal como lo administra el clero.

3 Y no significa solamente arrepentimiento interior; ya que el arrepentimiento interior es inútil a menos que produzca alguna mortificación externa de la carne.

4 La pena del pecado permanece mientras permanezca el aborrecimiento de sí mismo (esto es, el verdadero arrepentimiento interior), hasta que entremos al reino de los cielos.

5 El papa no desea ni puede remitir ninguna pena excepto las impuestas por su propia autoridad o la autoridad de los cánones.

6 El papa no puede remitir ninguna culpa, excepto declarando y mostrando que ha sido remitida por Dios, o remitiendo culpa en casos reservados a su juicio. Si su derecho de conceder la remisión en esos casos fuera hecho a un lado, la culpa ciertamente permanecería sin ser perdonada.

7 Dios no le remite la culpa a nadie a menos que al mismo tiempo lo humille en todo y lo sujete al vicario, al sacerdote.

8 Los cánones penitenciales son impuestos solamente a los vivos, y de acuerdo a los cánones mismos, nada debe ser impuesto a los muertos.

9 Por lo tanto, el Espíritu Santo por medio del papa es bondadoso con nosotros ya que en sus decretos siempre hace excepción del artículo de muerte y necesidad.

10 Los sacerdotes actúan ignorante y perversamente, cuando los que están agonizando son todavía cargados con penalidades canónicas para el purgatorio.

11 La cizaña de cambiar las penitencias canónicas por la penitencia en el purgatorio evidentemente fue sembrada mientras los obispos estaban durmiendo (Mateo 13:25).

12 Anteriormente las penitencias canónicas eran impuestas no después sino antes de la absolución, como pruebas de verdadera contrición.

13 Los que mueren son librados de toda penalidad por la muerte, en lo que concierne a las leyes del canon ya están muertos, y tienen el derecho de ser liberados de ellas.

14 Una piedad o un amor imperfectos de parte de la persona que está muriendo necesariamente trae gran temor. A menor amor, mayor temor.

15 Este miedo o terror es suficiente en sí mismo, por no mencionar otras cosas, para constituir la penitencia del purgatorio, ya que es muy cercano al horror de la desesperación.

16 El infierno, el purgatorio y el cielo parecen diferir de la misma forma que la desesperación y el miedo difieren de la certeza de la salvación.

17 Para las almas del purgatorio parece que el miedo necesariamente disminuye y el amor aumenta.

18 Es más, ni la razón ni la escritura prueban que las almas que están en el purgatorio se encuentren fuera del estado de mérito, o sea, incapaces de crecer en amor.

19 Tampoco se ha probado, que las almas del purgatorio, o al menos no todas, se hallen seguras de su propia salvación, aunque nosotros mismos podamos estar enteramente seguros de ella.

20 Por tanto el papa, cuando usa las palabras "plena remisión de toda pena", no quiere decir realmente "de toda pena", sino sólo de aquellas impuestas por él mismo.

21 Por tanto, los que predican que el hombre es absuelto de toda pena y salvo por las indulgencias del papa están en un error.

22 De hecho, las penitencias que el papa perdona a las almas del purgatorio, de acuerdo al canon de la ley ya han sido pagadas en vida.

23 Si el perdón de todo pecado y penitencia pudiera ser extendido a alguien, ciertamente sería dado a los más perfectos, o sea, a muy pocos.

24 Por esta razón, la mayoría de la gente es engañada por la promesa indiscriminada de perdón de penitencias.

25 El poder que tiene el papa sobre el purgatorio, corresponde al que tiene cualquier obispo o cura sobre su diócesis o parroquia.

26 El papa hace muy bien cuando concede perdón a las almas del purgatorio, no por el poder de las llaves que no tiene, sino por medio de la intercesión que se hace por ellos.

27 Predican doctrinas humanas cuando dicen: “tan pronto como suenan las monedas en el arca, las almas salen volando del purgatorio”.

28 Es cierto que cuando suenan las monedas en el arca, la avaricia puede aumentar; pero cuando la iglesia intercede, el resultado está solamente en las manos de Dios.

29 Quien sabe si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas, ya que según la leyenda tenemos las excepciones de San Severino y San Pascal.

30 Nadie está seguro de la integridad de su propia contrición, mucho menos de haber recibido total remisión.

31 El hombre que compra indulgencias es tan raro como el que es realmente penitente. Ciertamente es en extremo raro.

32 Los que creen estar seguros de su salvación porque tienen indulgencias serán eternamente condenados, juntamente con sus maestros.

33 El hombre debe permanecer en guardia contra aquellos que dicen que el perdón del papa es un don de Dios, por medio del cual el hombre es reconciliado con Dios.

34 Las gracias de las indulgencias sólo tienen que ver con las penas sacramentales establecidas por los hombres.

35 Los que enseñan que la contrición no es necesaria de parte de los que intentan sacar almas del purgatorio o comprar privilegios de confesión predican una doctrina no cristiana.

36 Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene el derecho de recibir perdón completo de pecado y remisión completa de culpa, aunque no tenga cartas de indulgencia.

37 Cualquier cristiano verdadero, sea vivo o muerto es partícipe de las bendiciones de Cristo pues es una dádiva de Dios, sin necesidad de indulgencias.

38 Sin embargo, la remisión y bendición papal no deben ser despreciadas, pues son, como dije en la tesis No. 6 una proclamación de la remisión que viene de Dios.

39 Es muy dificil, aun para los teólogos más capaces encomendar a la gente las indulgencias y a lavez la necesidad de una verdadera contrición.

40 El cristiano verdaderamente contrito busca y ama pagar penitencias por sus pecados. Mientras que las indulgencias relajan las penitencias y dan lugar para que los hombres las odien.

41 Las indulgencias papales deben ser predicadas con precaución, no sea que la gente equivocadamente piense que son preferibles a otras buenas obras de amor.

42 Los cristianos deben ser enseñados que el papa no piensa que la compra de indulgencias debede alguna manera ser comparada con los actos de misericordia.

43 Los cristianos deben ser enseñados que aquel que da a los pobres o presta al necesitado hace algo mejor que aquel que compra indulgencias.

44 Ya que el amor crece con las obras de amor, el hombre se hace mejor por medio de las obras de amor. Las indulgencias no hacen mejor a ningún hombre, simplemente lo libran de penitencias.

45 Los cristianos deben ser enseñados que aquel que ve pasar a un necesitado y no le ayuda, sino prefiere usar su dinero para comprar indulgencias, no compra indulgencias papales sino la ira de Dios.

46 Los cristianos deben ser enseñados que a menos que tengan más de lo que necesitan, deben reservar lo suficiente para las necesitades de su familia y no gastar todo su dinero en indulgencias.

47 Los cristianos deben ser enseñados que la compra de indulgencias es un asunto de libre voluntad y no un mandamiento.

48 Los cristianos deben ser enseñados que cuando el papa emite indulgencias, necesita y desea sus oraciones más que su dinero.

49 Los cristianos deben ser enseñados que las indulgencias papales son útiles si no ponen su confianza en ellas, pero muy peligrosas si por ellas pierden su temor de Dios.

50 Los cristianos deben ser enseñados que si el papa supiera de las exacciones que cometen los predicadores que presentan al pueblo las indulgencias, preferiría quemar y reducir a cenizas la basílica de San Pedro, que construir con la piel, la carne y la sangre de sus ovejas.

51 Los cristianos deben ser enseñados que el papa quisiera y debería dar su propio dinero, aunque tuviera que vender la basílica de San Pedro, a aquellos a quienes ciertos hombres inescrupulosos les han arrancado dinero a cambio de las indulgencias.

52 Es vano confiar en la salvación por indulgencias, aunque el representante de las indulgencias, o aun el papa, ofreciera su alma como garantía.

53 Son enemigos de Cristo y del papa, los que prohiben la predicación de la Palabra de Dios en algunas iglesias para que las indulgencias puedan ser predicadas.

54 La Palabra de Dios es menospreciada, cuando en el mismo sermón, se le da el mismo o más tiempo a las indulgencias que a la predicación de la Biblia.

55 Ciertamente es el sentimiento del papa que si las indulgencias siendo una cosa insignificante son celebradas con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio que es lo más grande, debe ser predicado con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.

56 Los verdaderos tesoros de la iglesia, no son suficientemente discutidos o conocidos entre la gente de Cristo.

57 Es claro que las indulgencias no son tesoros temporales, pero muchos vendedores de indulgencias no las distribuyen gratuitamente sino recolectan dinero de ellas.

58 Las indulgencias tampoco son méritos de Cristo y los santos, porque aun sin el papa, Cristo siempre obra gracia para el hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno para el hombre externo.

59 San Laurencio dijo que los pobres eran los tesoreros de la iglesia, pero él hablaba de acuerdo al uso que tenía esa palabra en su tiempo.

60 Con total certidumbre decimos que las llaves de la iglesia, dadas por los méritos de Cristo, son aquel tesoro.

61 Es claro que el poder del papa es suficiente para la remisión de penitencias impuestas por él mismo.

62 El verdadero tesoro de la iglesia es el santísimo evangelio de la gloria y gracia de Dios.

63 Pero ese tesoro constituye para el hombre natural lo más odioso, porque hace que el primero sea el último (Mateo 20:16).

64 Por otro lado, el tesoro de las indulgencias es más aceptable para muchos, porque hace que el último sea primero.

65 Los tesoros del evangelio son las redes con que uno antes pescaba hombres de riqueza.

66 Los tesoros de las indulgencias son redes con las que ahora pescan la riqueza de los hombres.

67 Las indulgencias que los demagogos aclaman como la gracia más grande, lo son solamente si promueven ganancias para ellos.

68 Sin embargo, son de verdad las más insignificantes cuando se comparan con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.

69 Los obispos y los curas están obligados a admitir a los comisarios de las indulgencias papales con toda reverencia.

70 Pero más que nada deben forzar sus ojos y oídos, no sea que esos hombres prediquen sus propios sueños y no lo que el papa los ha comisionado a decir.

71 Todo el que hable mentira respecto a las indulgencias papales sea maldito.

72 Pero bendito sea aquel que proteje a la población contra los deseos desmedidos de los predicadores de las indulgencias.

73 Tal como el papa justamente se pronuncia contra los que por cualquier medio planean entorpecer la venta de indulgencias.

74 Mucho más tiene como propósito pronunciarse contra los que usan las indulgencias como pretexto para planear el menoscabo del santo amor y la verdad.

75 Considerar las indulgencias papales tan grandes que puedan absolver al hombre aunque haya hecho lo imposible y haya violado a la madre de Dios es locura.

76 Por el contrario, en lo que a la culpabilidad concierne, decimos que las indulgencias papales no pueden remover el menor de los pecados veniales.

77 Decir que si San Pedro fuera ahora el papa, no podría otorgar mayor gracia que las indulgencias es blasfemia contra San Pedro y contra el papa.

78 Por el contrario decimos que éste o cualquier otro papa sea quien fuere, tiene mayores gracias a su disposición, es decir: el Evangelio, poderes espirituales, dones de sanidad, etc. como está escrito (1ª Corintios 12:28).

79 Decir que la cruz adornada con el escudo de armas del papa y presentada por los predicadores de indulgencias tiene el mismo valor que la cruz de Cristo es blasfemia.

80 Los obispos, curas y teólogos que permiten que tales rumores circulen entre la gente tendrán que responder por eso.

81 Esta predicación descuidada de las indulgencias hace difícil hasta al hombre más sabio rescatar la reverencia que se le debe al papa de preguntas y comentarios negativos de los laicos.

82 Preguntas tales como: ¿Por qué el papa no vacía el purgatorio por amor santo y por la terrible necesidad de las almas que están allí, si redime un infinito número de almas por causa del miserable dinero que obtiene para construir iglesias? La primera razón sería más justa, la segunda es muy trivial.

83 ¿Por qué continúan las misas por los muertos? y ¿Por qué no devuelve el dinero que se ha depositado para que se hagan misas por los muertos? Si ya fueron redimidos, ¿Para qué orar por su redención?

84 De nuevo: ¿Es de Dios esta nueva piedad que el papa por dinero permita que un hombre que es enemigo de ellos saque del purgatorio el alma de un piadoso amigo de Dios? Por qué no liberan por amor esa alma piadosa.

85 De nuevo: ¿Por qué los cánones penitenciales ya muertos y en desuso son satisfechos con la emisión de indulgencias como si todavía estuvieran vigentes?

86 De nuevo: ¿Por qué el papa cuya riqueza es mayor que la del más rico Craso, no construye la basílica de San Pedro con su propio dinero, en vez de construirla con el dinero de sus pobres creyentes?

87 De nuevo: ¿Qué les otorga o remite el papa a aquellos que por perfecta contrición tienen el derecho de recibir bendiciones y total remisión de pecados?

88 De nuevo: ¿Qué mayor bendición podría venir a la iglesia si el papa le otorgara a estas bendiciones y remisiones a todo creyente cien veces al día en vez de una como lo hace hoy?

89 Ya que el papa por medio de sus indulgencias no busca dinero sino la salvación de las almas ¿Por qué suspende las indulgencias y perdones otorgados con anterioridad si tienen la misma eficacia ?

90 Reprimir estos argumentos de los laicos por la fuerza y no por medio de la razón, es poner en ridículo a la iglesia y al papa y hacer infelices a los cristianos.

91 Si entonces, las indulgencias fueran predicadas de acuerdo al espíritu y la intención del papa, ciertamente todas estas dudas serían rápidamente resueltas.

92 A un lado entonces, con todos estos profetas que le dicen al pueblo de Cristo: “Paz, paz”, pero no hay paz (Jeremías. 6:14).

93 Benditos sean todos esos profetas que le dicen al pueblo de Cristo !“Cruz, cruz” y no hay cruz!

94 Los cristianos deben ser exhortados a ser diligentes en seguir a Cristo que es su cabeza, aunque tengan que sufrir un infierno de penalidades y hasta la muerte.

95 Por lo anterior, podrán estar confiados de entrar al cielo por medio de muchas tribulaciones y no por la seguridad de una falsa paz (Hechos. 14:22).


Martin Lutero - Biografia

Martín Lutero (1483-1546)

      Nació en Eisleben, Alemania. asistió a la Ratsschule (escuela de la ciudad) en Mansfeld, llegó a estar bajo la influencia de los Hermanos de la Vida Común mientras estaba en Magdeburgo y continuó su formación preparatoria en la Georgenschule en Eisenach, donde fue miembro del circulo de Cotta y Schalbe, antes de matricularse en la Universidad de Leipzig (1501). parece ser que el que más influyó sonbre él en Leipzig fue Jodocus Trutvetter, un nominalista ("vía moderna"). Lutero recibió su bachillerato en artes en 1502 y su maestria en 1505. En julio de ese año entro a la sala capitular de los Ermitaños de San Agustin en Erfurt, como novicio, debido a un voto hecho en "un momento de terror", cuando fue tirado al suelo por un rayo durante una tormenta. Sin embargo, ya antes de esto le preocupaba su salvación, y probablemente hubo otros incidentes que lo condujeron a la decisión de hacerse monje. En el monasterio prosiguió ciertos estudios teológicos y fue ordenado sacerdote en 1507.

      En 1508 Lutero fue transferido a la Universidad de Wittenberg, donde obtuvo el grado de Baccalaureus Biblicus en 1509 y el doctorado en teología en 1512. Durante esos años enseñó teología moral, las Sentencias de Pedro Lombardo, y la Escritura. Entre noviembre de 1510 y marzo de 1511 realizo un viaje a Roma como compañero de un fraile de su orden, para realizar negocios para ella. Con el doctorado, Lutero recibió el nombramiento permanente en la cátedra de lectura in Biblia en Wittenberg.

      Durante esos años antes de obtener el doctorado en teología, Lutero estuvo luchando con el problema de su salvación personal. Mientras estuvo en el monasterio y como fraile en Wittenberg realizó asiduamente las tareas y los oficios de rigor; iba a confesarse frecuentemente, y cumplía las penitencias que se le imponían. El problema de  la fecha de su "experiencia de la torre", en el que llegó a la plena comprensión del significado de la justificación por la gracia sola, ha ocupado a numerosos estudiosos y no se ha resuelto por completo. Algunos lo han ubicado en 1514; otros lo han puesto incluso en 1518. El continuo estudio de la Biblia, la influencia de Agustín, los escritos de Juan Tauler y otros místicos, el Psalterium Quintuplex de Jacobo Lefèvre, y el consejo de su superior Juan von Staupitz fueron determinantes, probablemente en ese orden, para clarificar sus pensamientos y convicciones, y no se puede establecer una única fecha o momento. En 1518 su teología de la Cruz era completamente paulina, y Lutero fue el paladín de la sola fide (la fe sola), sola gratia (la sola gracia) y sola Scriptura (la Biblia sola).

      En sus escritos se 1516-1518 Lutero da evidencia de su agustinianismo en Dos clases de justicia (1518), Lutero habla claramente de Cristo y su obra desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección como lo que constituye la justicia de los creyentes; la promesa de la certeza  de la fe para ellos. Estas ideas están presentes en sus conferencias sobre los Salmos y los Hebreos (1518), para entonces Lutero había emitido su famosa protesta contra los escándalos del trafico de indulgencias, las Noventa y Cinco Tesis del 31 de octubre de 1517. La mas notable de ellas es la numero 62:"El verdadero tesoro de la iglesia es el santísimo evangelio de la gloria y gracia de Dios". sus Explicaciones de las Noventa y Cinco Tesis (1518) afirman: "los méritos de Cristo realizan una obra ajena". La justicia ajena es la que el define en su sermón sobre las Dos Clases de Justicia como "la justicia de otro, infundida desde afuera, la justicia de Cristo en virtud de la cual él justifica por la fe".

     La controversia produjo polémicas de Roma, opúsculos y tratados, intentos ásperos y sutiles se silenciarlo, un debate con Johann Eck en Leipzing (1519) y una entrevista con Tomas de Vío (el Cardenal Cayetano) en Augsburgo (1519). En 1519 Carlos V fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano y pronto se dio cuenta de la magnitud del problema religioso en Alemania, a causa de los escritos de Lutero y del anticlericalismo del problema alemán.

     El año 1520 marcó la  aparición de algunos de los mas importantes escritos reformadores de Lutero. El Tratado sobre las buenas obras (mayo, 1520) utilizaba el Decálogo como base para demostrar como la fe se pone en practica en la vida del creyente. En su Sermón sobre la misa (abril, 1520) enseñaba que todo cristiano es sacerdote. Del papado de Roma (junio, 1520) identificaba al papa como "el verdadero anticristo del cual habla toda la Escritura". En El discurso de la nobleza alemana (agosto, 1520), Lutero desconocía la autoridad del papa sobre los gobernante temporales, negaba que el papa fuera el interprete ultimo de la Escritura, denunciaba la corrupción de la Curia, afirmaba de nuevo el sacerdocio universal de los fieles, y delineaba un programa de reformas eclesiásticas. La obra El cautiverio babilónico de la iglesia (octubre, 1520) reducía de siete a dos el numero de sacramentos y desato la ira de Enrique VIII de Inglaterra. La libertad del cristiano defendía dos proporciones: "Un cristiano es perfectamente libre y señor de todo, sin ser súbdito de nadie. Un cristiano es un siervo perfectamente fiel de todos, súbdito de todos".

     En abril de 1521 Lutero compareció ante el emperador y la corte del imperio de la Dieta de Worms, negándose a retractarse a menos que fuera vencido con argumentos de la Biblia. Llevado al Castillo de wartburg por orden de Federico el Sabio, Elector de Sajonia, Lutero tuvo la oportunidad de continuar sus escritos y especialmente de traducir el Nuevo Testamento del griego al alemán (1522). La traducción de la Biblia entera no quedo completa sino hasta 1534, y es tal vez el principal logro del gran Reformador.

     Aunque condenado por el Edicto de Worms y declarado proscrito, Lutero regreso a Wittenberg en marzo de 1522 para enfrentarse con el Movimiento de Wittenberg, frenando su dirección radical reafirmando su carácter esencialmente conservador de su reforma. Este carácter conservador se muestra en las ediciones revisadas por Lutero del Orden de la Misa y la Comunión (1523), el Orden del Bautismo (1526), oraciones, colectas y cantos, ordenes para cultos ocasionales, la Letanía, el Te Deum y el Magnificat en alemán, e himnos para el canto comunitario. Entre estos debe mencionarse Ein'feste Burg ("Castillo Fuerte"). La naturaleza conservadora de la Reforma Luterana quedo afirmada, también, por el hecho de que Lutero no dependió de los caballeros, los humanistas ni los campesinos.

     El rompimiento de Lutero con Erasmo fue el resultado de la obra de este ultimo, Diatriba sobre el libre albedrío (1524). En su respuesta, La atadura del albedrío (1525), Lutero afirmaba que el hombre no puede querer volverse a Dios o desempeñar parte alguna en el proceso que conduce a su propia salvación. Reconocía que el hombre tiene libertad respecto a lo que esta "por debajo de el".

     La posición de Lutero en las revueltas campesinas (1524-1525) ponían en alto la autoridad, negaba el derecho a la sublevación, pedía la justicia social, y apremiaba la consideración del bienestar económico de las clases bajas. Su lenguaje fue desenfrenado al apremiar a los príncipes de aplastar la revuelta, enajenó a algunos de la clase baja.

     Entre 1525 y 1529 Lutero llevo a cabo una controbersia con Ulrico Zuinglio de Zúrich y otros acerca de la cena del señor, entendía las palabras de institución, "Esto es mi cuerpo" y "Esta es mi sangre" en sentido literal y se oponía a cualquier intento de interpretarlas de forma figurada. Las obras El sacramento del cuerpo y la sangre de cristo: contra los fanáticos (1526) y De como estas palabras de Cristo, "Esto es mi cuerpo", etc., siguen firmes contra los fanáticos (1527), definen su posición, que con frecuencia ha sido erróneamente llamada consubstanciación. Felipe de Hesse intento propiciar una reconciliación convocando el Coloquio de Marburgo (1529). Los participantes (Lutero, Melanchthon, Zuinglio, Ecolampadio, Bucer, y otros) se pusieron de acuerdo en catorce artículos de la fe cristiana, pero no llegaron a ningún acuerdo en el decimoquinto articulo, referente a la Cena del Señor. Sin embargo. en 1536 Bucer y Lutero se pusieron de acuerdo en cuanto a la Concordia de Wittenberg.

     Lutero mostró su interés en la educacional escribir su petición A los regidores de todas las ciudades de Alemania, para que establezcan y mantengan escuelas cristianas (1524) y su Sermón sobre el deber de enviar a los niños a la escuela (1530). Su prefacio a la obra de Melanchthon Instrucciones para los visitadores de pastores parroquiales en el Electorado de Sajonia (1528) es evidencia, no solo de su liderazgo eclesiástico, sino también de promover  las escuelas. Tanto su "Catecismo grande"(1529) como su "Catecismo breve" (1529) vinieron como respuesta a los hallazgos de la labor de visitación. Son sus esfuerzos por levantar el nivel de comprensión de la doctrina cristiana. Su catecismo breve a sido llamado "la Biblia del laico". Ademas, Lutero contribuyo a la revisión  del currículum teológico  de la Universidad de Wittenberg; se ocupo continuamente de entrenar pastores y predicadores para iglesias luteranas; e invirtió muchos esfuerzos a favor de los estudiantes no alemanes que llegaban a Wittenberg.

     La historia de la vida de Lutero no es simplemente la historia del profesor de Wittenberg. Fue el líder del movimiento que se extendió por gran parte de Alemania y los países escandinavos. Aunque no pudo asistir a ninguna de las dietas del Sacro Imperio Romano, a causa del Edicto de Worms, se le consulto frecuentemente en su sede del Castillo Coburg durante la dieta de Augsburgo (1530). E preparo los artículos de Esmalcalda (1537) para la liga de Esmalcalda en preparación para el concilio que fue convocado en Mantua y que no llego a reunirse. En 1535 se publicaron sus Conferencias sobre Gálatas; algunos eruditos las consideran su mas profundo tratado teológico. Ese año inicio sus Conferencias sobre el Génesis, que completo diez años después, poco antes de su muerte.

     En 1525 Lutero se caso con Katharina von Bora, una ex-monja. Su vida familiar fue feliz. Su hogar era centro de reunión de amigos y estudiantes,y la voluminosa Sobremesa fue apuntada por al menos diez estudiantes entre 1531 y 1544. Lutero murió en la aldea en que había nacido (Eisleben) mientras se hallaba en una mision para reconciliar a los príncipes de Anhaldt. Su grandeza puede medirse por el hecho de que durante los mas de 400 años que han transcurrido desde su muerte, mas libros se han escritos acerca de él que acerca de ningún otro personaje de la historia, a excepción de Jesus de Nazaret.